El Bisfenol A es una sustancia que puede crearnos más de un problema de salud.
Es una sustancia de naturaleza química que se introduce en el cuerpo humano, sobre todo a través de alimentos cuyos envases contienen bisfenol, como son algunos envases de plástico para comidas y bebidas, así como latas de metal para conservas y bebidas. En odontología se utiliza en los empastes dentales.
Esta sustancia ha sido prohibida en algunos países, si nos fijamos en productos para bebés, como chupetes y tetinas añaden la etiqueta libre de Bisfenol A.
En nuestro país cada ves somos más las clínicas dentales que usamos materiales libres de esta sustancia para evitar en nuestros pacientes el efecto tóxico.
Uno de los efectos tiene este compuesto en la odontología es dañar el esmalte de los dientes (si se usa en altas concentraciones)
Otro de los riesgos a los que nos exponemos cuando se usan materiales con Bisfenol A en la cavidad bucal es la aparición de procesos neurológicos de cierta relevancia, entre los que destaca la ansiedad.
Es una sustancia con capacidad para desequilibrar el sistema hormonal de las personas, los últimos estudios publicados aluden también a que puedan iniciarse alguna clase de tumores en los órganos más sensibles al BPA.
Otro de sus efectos es el estrechamiento de las arterias, como consecuencia de ellos, los pacientes pueden ser más proclives a padecer trastornos cardiovasculares.
La diabetes está también los trastornos orgánicos que pueden aparecer con el BPA.